lunes, 18 de abril de 2011

LUCIÉRNAGA


Luciérnaga de luz turbia
arropa horas sin segundos.
Es la tarde mortecina
la que augura pasos mudos
en medio del suburbio.
El crepúsculo ríe de cansancio
en la locura de su muerte lenta,
naranja como la vida,
gris plateado como el pasado...
Corre el ave rancia a guarecerse
de la media luz congénita
llena de instantes.
¿Habrá un nido para ti?
No lo recuerdo…
La tarde se encarga
de vestir la sombra de incoloros tonos
indagados en la lontananza del ayer sonoro.
¡Si! …sonoro
Aún retumba la tarde de la indiferencia
donde los trinos volaban sin retorno
y las hojas quietas simulaban sueño
para el trasnoche de las espacios largos.
Tarde, cruel, pintada de ocre azulado
con aroma de flores moribundas
has hecho pedazos el día asoleado
y mi alma acelera tu penumbra...

No hay comentarios:

Publicar un comentario