martes, 24 de agosto de 2010

MIRANDO LA PLUMA

Voy macerando la pluma

en las aguas de la vida.

No es blanco el papel escrito,

tiene mieles de colmenas,

y espinas de un árbol caído.



Vanidad de vanidades,

palabra que es daga escrita,

es un sentir de rumores,

que se adentran en la herida.



Con un cuchillito en el pecho,

voy desgranando la vida.

¡Cómo duele el abandono,

Cómo llora la sonrisa!.



Plasmo en ésta hoja en blanco,

infinidad de caricias.

Y en las cenizas del huerto,

mustias están las rosas benditas.



En éste libro no escrito,

está la fuerza escondida.

Está el roció macerado

Está el misterio de la vida.

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